lunes, 3 de abril de 2006

¡Bienvenidos al blog de Damián González Bertolino! (la foto que nadie quiere publicar... la de los ojos cerrados)

La posibilidad de tener un blog me cautivó en cuanto empecé a relacionar tanto su forma de acceso por parte de los demás usuarios de la web como la manera en que el texto (la página misma que es el blog) va estructurándose hasta formar una suerte de rollo chino. Un texto que se une con los textos precedentes en forma visible ofrece la sensación de lo lejano, lo ilimitado. Dijo (o me dijeron que dijo) una vez García Márquez que si él hubiera dispuesto del método de escritura propio de la computación cuando empezaba a realizar sus primeras historias, habría escrito mucho más. No sé si la anécdota es falsa o verdadera. Importa la sustancia de la misma. Un blog puede ser un instrumento torrencial, un primo lejano y actual del río de conciencia del que habló William James y al que rindió cuentas James Joyce. El blog supera (como el scroll de la página de procesador de texto) la fragmentación de las páginas de libros o revistas (o más bien ofrece una fragmentación distinta) en una apariencia nueva de continuidad. El blog es una máquina de hacer chorizos textuales, los textos se cosen entre sí por la mirada rápida del lector. El blog es una gran tarta que va a agregando capas y capas y capas y capas de nuevos sabores, y el sabor de esa tarta será para siempre inaccesible. En esta página publicaré opiniones, artículos, sueños, reflexiones brevísimas, ficciones e imágenes. Permítanme convidarles con una buena porción de tarta textual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola profe como estás, quiero felicitarte por este blog, porque está increible, la foto con la nariz de payaso tambien!!..
me han gustado mucho todos los contenidos de aqui.
Mucha suerte!!

Stephanie, 3º1