sábado, 28 de julio de 2007

Meta tarta


Un poco de chatarra para terminar el viernes a la noche...
Hace tiempo que me llama la atención las distintas reacciones que tiene mi blog. Cada vez que pongo "tartatextual" en la barra de búsqueda de Google aparecen cosas raras, o más o menos. Como estoy en un momento de la noche (2:02 am) en que me dedico nada más que a llenar el tiempo, escuchando algunos discos de Tom Waits, acá va una lista de esos datos...


1- Según la página www.technorati.com , tartatextual figura en el puesto 3.908.717 de su ranking.
2- Además me informa este sitio que tartatextual trata esencialmente de cinco cosas, a saber: literatura, música, beatles, fiambre y telenovelas... Sí, señora...
3- Ya que estamos, digamos que a esta hora, en todo el mundo, la mayor etiqueta utilizada en los post de todo el mundo es sobre "adultos". ¿A qué no saben acerca de quién es la tercera etiqueta más popular en este momento? No, no es Maradona ni Julio Frade... Es Britney Spears... En el ranking figuran Bush (4º), Harry Potter (13º), Lindsay Lohan (16º).
4- Tartatextual, gracias a que los personajes de su novela "Los trabajos del amor" se desplazan en un Fiat Premio, está entre 7.535 blogs que han hecho algo parecido a nivel mundial (lo de nombrar a un Fiat). (Me parecen pocos, pero igual...).
5- La última conexión que aparece por ahora es del sitio www.kbcafe.com , que relaciona tartatextual con sitios que hablan de zapatos en cualquiera de sus partes. Al lado de la referencia a tartatextual figura un texto que no es mío, y que dice: "¿Puedo? Puedo ser un asesino en potencia. Puedo ser un hombre de negocios, y totalmente exitoso. ..."
6- Por ahí encontré una frase que puede ser muy buena para titular un cuento: "¿Cuáles son los tipos malos y cómo matarlos?"... Se me ocurre una variante que puede estar buena también: "Cómo matar tipos malos". La verdad es que es (o son) una de esas frases que ya a uno le dispara toda una historia... A pensar, entonces...

jueves, 26 de julio de 2007

Un discurso


De todas las entregas de premios de este certamen a las que he asistido (cuatro), nunca había escuchado del ganador algunas palabras sobre Morosoli y la vinculación de este nombre con la actividad que el premiado realiza. Cuando yo obtuve una de las menciones y fue a recogerla en agosto de 2003, quise decir algo, pero parecía que en ese caso los "mencionados" no podían hablar. Me entregaron el diploma, una maestra me estampó un beso para la foto y me hicieron señas para que me sentara. Así me quedé con las ganas de decir algo sobre mi fascinación sobre Morosoli. Luego habló Hugo Fontana, quien lo ganaba por segunda vez con "Quizás el domingo", pero sus palabras fueron más bien parcas y de rigor, sólo agradecimiento. Por eso este sábado tuve una especie de revancha. Estaba sentado en el medio del auditorio, un poco escondido, cuando vi que Valentín se levantaba, sacó un papel y empezó a leer. Más tarde, mientras cenábamos en Tres Cruces esperando para ir a Maldonado (habíamos quedado varados en Minas por ir a tomar algo y no darnos cuenta de tomar el último ómnibus a Maldonado), le dije que sus palabras me habían gustado mucho. Sacó el papelito del pantalón y me lo regaló. Debo decir que comparto punto por punto estas palabras que vienen, pero desde hace tiempo.

Agradezco a la Intendencia Municipal de Lavalleja, a la Fundación Lolita Rubial y a la editorial Banda Oriental.
Es un honor estar aquí para recibir este premio que lleva el nombre de Juan José Morosoli, uno de los más ilustres hijos de Minas. Incluso a riesgo de decir las mismas palabras trilladas que estamos acostumbrados a escuchar en las premiaciones, tengo que reconocer que debo expresar que la emoción es sincera. En mi caso concreto de escritor hasta hoy inédito, este premio me da la oportunidad de ser conocido por miles de lectores en todo el país, para cumplir la experiencia misteriosa y telepática que es la lectura.
Valoro y reivindico el realismo de Morosoli, totalmente vigente en este siglo XXI.Reivindico la tarea que él logro, de unir lo pueblerino con lo universal, sin caer nunca en el facilismo localista.
Dentro del Uruguay existen muchos Uruguay que esperan que la literatura los reinvente y les dé el carácter mítico que necesitan.
Nuestra venerable historia literaria todavía muestra, con una guiñada, miles de hectáreas vírgenes. De la firmeza y la determinación con las que y los que escriben tomen las biromes, los lápices o tipeen los teclados dependerá que esos mundos que piden cancha salgan o no a la luz de una página. Dedico este premio a toda mi familia y especialmente a mi hija Julieta.
Muchas gracias.

Algo más


Los días de reposo, que me van a durar todavía hasta la primera semana de agosto, han dado para terminar un relato bastante extenso que en un momento en este blog titulé como "Papá es un tipo bastante mentiroso", un título más que falso, porque estoy pensando en enviar el material a algún concurso. Pero bueno, no estoy del todo seguro aún, puede que quizás termine por mandárselo a algún editor. Al final fueron alrededor de cien páginas de cuadernola de una historia de celos y de niños contando las cosas que su padre hizo para poder aislarse del mundo. En el "Diario del dedo gordo del pie derecho" anoté algo sobre eso: "[día 1: 26 de junio] (...) Una explicación que por qué no he corregido lo que he tenido que corregir? En gran parte el hecho de estar escribiendo apasionadamente , diría yo, un relato largo que empezó una noche de hastío de corrección, por el 13 de junio. Es más, también surgió un poco cuando me enteré del llamado a un concurso nacional de narrativa que es bastante importante. Me dieron ganas de participar con algo y de ganar, si es que en el diario voy a empezar a ser honesto del todo. Es un dinero que en mi actual condición me vendría muy bien. Sobre todo, quería encontrar un estilo de escritura que se amoldara a las obligaciones y los tiempos que tenía hace un par de semanas y que, en suma, me exigiera lo que yo estaba dispuesto a darle. Básicamente por eso es que escribo este relato y no me pongo a terminar ninguno de los cuatro o cinco otros proyectos que tengo inacabados. En casi dos semanas ya tengo algo más de treinta páginas de un relato que aún no tiene un nombre definitivo (...), un relato que por momentos me divierte y siempre me genera placer escribir, un relato en el que voy encontrando cosas que me gusta encontrar."
Ahora me voy a volver a dedicar a los restantes capítulos de "Los trabajos del amor".

jueves, 19 de julio de 2007

Bajo el peso del recuerdo

Ahora que estoy por (re) publicar la tercera parte de “Los trabajos del amor” cuento algo vinculado con esta novela y que me pasó hace unos minutos. En realidad, el asunto viene de más tiempo atrás, cuando yo soñé con algo así como la película de “Los trabajos…”, o más bien con su primer plano. Es una cámara fija, un plano abierto sobre una ruta. Algún que otro auto le pasa por al lado, pero la atención está en auto blanco que al comienzo no es más que un puntito que pincha el final de la ruta. De a poco llega el audio, una cumbia villera. El auto se acerca. Es un Fiat Premio totalmente blanco. La música se escucha más fuerte. El Premio se acerca a la cámara y de repente esta empieza a moverse como montada sobre el capó, todo sin cortes. El travelling se inicia y a través del parabrisas se ve a dos hombres con cara de cansados o hartos. El Premio gira hacia la derecha. Hasta ahí fue el sueño. Me acuerdo que una cosa que fui pensando con los días es que la música (por más que tenga que ver con el ambiente que se narra en la novela) tendría que ser otra cosa en vez de cumbia villera. Y llegó una noche en que puse “Rain dogs” de Tom Waits y encontré el tema perfecto: “Jockey full of bourbon”. Hace poco tiempo, observando cómo Felipe ha experimentado con animación en plasticina (http://www.diarioincoherente.blogspot.com/), le propuse que para este veranos al menos filmemos los primeros capítulos con el Toto y Morales hechos con plasticina. Parece que la idea le gusta. Le hice unos dibujitos del primer plano y quedamos en que más adelante íbamos a sentarnos a trabajar en lo que se podía llegar a hacer. Todo hipotético. Como cosas para hacer luego de llegar de la playa o en las tardes de verano lluviosas. Después le hice escuchar el tema de Waits con el que yo quería que empezara todo. Le encantó. Bien, hasta este punto todo va sobre ruedas, como en el plano… La cuestión es que esta noche, hablando con Franco, me entró una nostalgia por “Down by law” (Bajo el peso de la ley) una película de Jim Jarmusch que es de las películas que más adoro en la vida. Entré a http://www.youtube.com/ y encontré el trailer de la misma. Cuando empezó se me vinieron abajo ciertos sentimientos y otros subieron emocionados. La percusión y la guitarra ya me anunciaban que no iba a poder usar nunca “Jockey full of bourbon” para el eventual entretenimiento veraniego en plasticina. Esa canción era obviamente de la película y la que orquesta todo el trailer y le da ese toque sórdido y de mueca irónica que tienen las imágenes. En seguida me colgué viendo las distintas partes de la película que eran evocadas. Tengo ganas de verla de nuevo. Por supuesto que en youtube encuentro algunos otros fragmentos, como por ejemplo ese en el que los tres presos se encuentran en la celda y uno de ellos (Roberto Benigni) les pregunta si conocen a Walt Whitman y empieza a lamentarse de que los poetas norteamericanos a él le hayan llegado en italiano y no en inglés porque no sabe casi nada. Y luego la escena en que Benigni comenta cómo fue que llegó a la cárcel. Pero “Down by law” no es solamente humor. En ella Jarmusch logró expresar algo que me parece que es esa ignorada poesía de los bajos ambientes. Dejo aquí el link para que visiten la página y vean el trailer: http://youtube.com/watch?v=7BE2M-772dQ

martes, 10 de julio de 2007

Por una falange

Estimados usuarios de tartatextual:

Este post es meramente informativo.
El día 23 de junio, jugando al fútbol, casi pateé una pelota, digo “casi” porque en parte el viento me la birló y me llené la cara interior de mi pie derecho con una muy buena porción de suelo. Las consecuencias directas y más visibles de esto han sido una fractura en la segunda falange del dedo gordo del pie derecho y la imposibilidad para desplazarme a un cyber donde poder acceder a internet y colgar de este blog los textos que voy escribiendo. Los doctores de www.blogger.com me han prescripto un mes de licencia con el pie en alto y en cama desde la real comprobación de la fractura (día 26 de junio), por lo que solicito las disculpas por las molestias que esto pueda generar en el servicio. Mientras tanto me dedicaré a escribir y terminar un relato largo (o breve nouvelle), que podríamos titular acá, como para despistar, con el nombre de “Papá es un tipo bastante mentiroso”. También estoy con un diario de convalecencia que se llama (este sí es su nombre real) “Diario del dedo gordo del pie derecho”.
En el caso de que este y otros probables textos aparezcan en www.tartatextual.blogspot.com en el transcurso de este mes, eso se deberá a la inapreciable colaboración de los asistentes reunidos para el caso.
Cordial, atenta, cariñosa, amigable, entrañable y atentamente...
Damián González Bertolino