domingo, 29 de junio de 2008

El Toto y Morales cabalgan de nuevo


A partir del mes de julio, con el capítulo XII, comienza la segunda temporada de "Los trabajos del amor", la que irá hasta fin de año, con el final de la novela.
A continuación va la transcripción de una nota aparecida en la prensa fernandina en el correr de la semana pasada.

REALIDAD DE LA SEMANA (Maldonado, 23 de julio de 2008)
Especial, por Mariano Durango

El 15 de enero había sido publicado el último de los capítulos, el XI. Con la resucitación del Toto, varios lectores habían quedado esperando saber en qué quedaba la historia. Pues bien, uno de los secretos más guardados de las letras de Maldonado empezará a ver la luz con el correr de los próximos meses.
Quienes han seguido uno a uno los distintos capítulos de la novela "Los trabajos del amor", que el escritor Damián González Bertolino ha ido publicando en su blog, www.tartatextual.blogspot.com, han sabido darse cuenta de que no se sabe para dónde va la historia. Muchos de ellos han hecho hacer llegar su decepción tanto al blog del autor como a otras fuentes, o entre ellos. Lo cierto es que a partir del mes de julio el autor va a tener la posibilidad de, a través de su obra, desmentir los rumores y los comentarios que lo acusaban de falta de carácter o de rumbo en su creación.
Así lo afirmó González Bertolino en una rueda de prensa improvisada que se realizara el miércoles próximo pasado en el quinto piso del edificio comunal. Ante la pregunta de si van a aparecer personajes nuevos, respondió que: "Sí".
Por otra parte, la ocasión fue propicia para que se anunciara también la entrega al autor del premio Flaco de Oro a su trayectoria, aunque breve no por eso menos tayectoria, premio que instituye la Comuna a los realizadores con algo de suceso en el departamento. González Bertolino, sinceramente emocionado, agradeció ante las autoridades la entrega de la estatuilla y se la llevó para su hogar, como es de recibo, por otra parte, en este tipo de oportunidades.
González Bertolino habló con el micrófono de REALIDAD DE LA SEMANA y expresó lo siguiente en los términos que siguen:
¿Está contento por la obtención de este premio?:
La verdad que mucho. Sinceramente no me lo esperaba. Es una satisfacción muy grande. Uno piensa en la familia, en toda esa gente que estuvo al lado de uno y lo apoyó de una manera o de otra, pero siempre apoyándolo, de última.
¿Cuántos capítulos más se esperan de "Los trabajos del amor"?:
Bueno, creo que serán unos nueve o diez capítulos. Con eso creo yo que se terminaría la novela.
¿Qué mensaje tiene para todos aquellos escritores que están empezando y que quizás vean en usted y su blog una fuente de inspiración?:
Bueno, que principalmente se sigan inspirando, porque la inspiración es lo primero que se pierde, y después no se encuentra más, nunca más en la vida. Además, les diría que no empiecen por los blogs, y mucho menos escribiendo novelas para blogs. Lleva mucho trabajo, uno está muy expuesto, y también se corre el riesgo, como me ha pasado, de parecer un incoherente. Ya hay muchas novelas en blogs. Mejor esperar a que esa gran editorial nos ponga el ojo encima, nunca tenemos que resistir nuestros sueños.
¿Nunca se ha sentido trabado? ¿Nunca ha sentido ese vacío ante la página en blanco? Parece que usted escribe demasiado a veces... ¿Qué mensaje tiene para aquellos que sienten que no tienen palabras que poner en la página, incluso para aquellos escritores que no escriben?
Bueno, son varias preguntas todas juntas, así que voy a tratar de responderlas con una sola respuesta, y para eso me acuerdo de algo de un escritor norteamericano que decía algo como esto: Si un escritor dice que no puede escribir o que está trabado ante la página en blanco, la mejor solución sería que se incline un poco para adelante apoyándose las manos en las rodillas. Entonces viene uno por atrás y le mete una buena patada en el culo. De este modo este escritor dará paso a veintitrés tipos más con ganas de escribir.
Así finalizó la entrevista con Damián González Bertolino, siempre tan polémico, tan loco, tan haciéndose ver. Un montón de gente lo acompañó a la salida, donde tomó el ascensor y fue recibido en la explanada del edificio comunal por un grupo importante de niños que lo vitoreaban, fruto de una excursión escolar repentina para ir a verlo.

martes, 17 de junio de 2008

La cédula judía


Ayer soñé que había una nueva disposición en el registro de identificación civil, y que trataba de lo siguiente: todos los judíos del Uruguay debían tener una cédula nueva, un documento especial. Yo fui a hacer el trámite y luego cuando me dieron el documento me di cuenta de varias cosas raras. Pero en realidad, el trámite ya había sido bastante particular, porque fue en una casa cualquiera, y para la foto me hicieron sentarme arriba del capot de un automóvil abandonado que había en la vereda y hasta me dejaron sonreír y todo; incluso tenía puestos los lentes de sol.
El asunto fue cuando me dieron la cédula. Ahí nomás me llamó la atención el estado de la misma. El plastificado era débil, desgastado y sucio. El documento estaba abierto por la parte superior y yo podía meter un dedo y tocar la foto. Después observé que, donde se lee "Lugar de nacimiento", decía "Kennedy. R.O. del Uruguay". Volví otra vez el documento y me puse a pensar en que tendría que pegar la foto con cascola porque ya se estaba despegando. Entonces alguien se me acercó y me dijo que lo mejor iba a ser que dejara todo como estaba. Me fijé un poco más en la fotografía y, para mi asombro, yo aparecía sentado en el capot, pero pasando el brazo por encima del hombro de alguien más. Y movía la imagen y yo mismo me parecía muy poco a mí, parecía Jaime Roos.


jueves, 5 de junio de 2008

Inconsciente político


Ayer soñé con Sanguinetti. Bueno, en realidad el sueño fue un poco más complejo...
Resulta que todo ocurría en uno de esos baldíos en los que se hacen los típicos intercambios ente los secuestradores y los afectados por el secuestro, o entre quienes negocian algo en negro, cosas usuales en las series de televisión. Yo estaba cerca de la escena, digamos que muy pegado a los personajes principales, pero era menos que un contorno, algo que jamás iba a poder afectar en nada la situación.
A mi lado iban Lacalle y Sanguinetti. Caminamos unos breves pasos hasta que llegamos a un automóvil descapotable, estacionado sobre el polvoriento y pedregoso baldío. -Ahí en el auto está el Presidente de Argentina... -dice Lacalle.
En efecto, los ocupantes del automóvil eran el chofer (personaje neutro, olvidable) y, sentado en el lugar del acompañante, el Presidente argentino, un hombre igualito a Julio María Sanguinetti. En eso hay una especie de seña o algo así y el Sanguinetti argentino recibe del uruguayo una libretita o un bloc de notas. Lacalle le mete un codazo suave a Sanguinetti haciendo un ademán con la cabeza hacia adelante y murmura:
-Es igualito...
Sanguinetti se irrita con el comentario, niega entredientes y trata de mantener la compostura. Pero el Presidente argentino ha captado algo y suspende el recorrido de su lapicera por sobre la hoja del bloc o la libretita. Ahí me doy cuenta de una cosa: Sanguinetti está nervioso, y es porque le ha pedido al Presidente argentino un autógrafo. Pero el autógrafo se demora y se demora. Lacalle se ríe como tratando de hacerle una broma a Sanguinetti, y este empieza a irritarse.
No me acuerdo si al final el autógrafo terminaba de firmarse.
FIN