Revisando y cambiando de lugar unos libros hoy, encontré dentro de uno de ellos un papelito amarillento y ajado que en seguida recordé haber escrito en el año 2004, cuando yo vivía en Minas. El papel tiene escritas en tinta roja tres citas pertenecientes a uno de los libros más lindos y aleccionantes de cuantos leí ese año: "Ensayo sobre el día logrado", de Peter Handke. Me acuerdo también de que en ese año yo leía abundantemente a y sobre los románticos, y además buscaba, por aquello de la 'revolución interior' que promulgaban los ingleses, particularmente Coleridge, que los días fueran "algo" más. En Minas el tiempo me sobraba de una manera escandalosa. Yo hacía todas las cosas que tenía que hacer, y así y todo el tiempo me pasaba por delante. Junto con la reflexión, yo trataba de sacarle a los días que pasaban algo que pudiera llevarme al corazón de la experiencia misma, de la experiencia del pasaje por el mundo, así a secas. Tengo en mi memoria varios viajes en bicicleta hacia el Lavalleja profundo, viajes en los que, quizás ingenuamente, pero de seguro con la mejor de las intenciones, trataba de ser uno con la Naturaleza y anular el sentimiento de amargura que me provocaba notar la voluntad disgregada en todo lo que me rodeaba. Con todo, Peter Handke es uno de mis autores predilectos. Van las citas que aparecen en el papelito...
* "Que el día se logre o no es algo que parece depender además del modo como yo sopese las desviaciones de la línea, tanto las mías propias como las que el Señor Mundo depara".
* "El requisito para la expedición 'Día logrado' parece ser una cierta benevolencia conmigo mismo, con mi modo de ser, con todo aquello que en mí es incorregible, así como una visión clara de lo que, incluso en circunstancias favorables, nos da cada uno de los días".
* "(...) el hecho de que yo no resista el día, ¿no me dice algo? ¿Que yo tengo un orden falso en mí? ¿Que no estoy hecho para el día entero? ¿Que no debo buscar la mañana en la noche? ¿O bien sí?"
* "Que el día se logre o no es algo que parece depender además del modo como yo sopese las desviaciones de la línea, tanto las mías propias como las que el Señor Mundo depara".
* "El requisito para la expedición 'Día logrado' parece ser una cierta benevolencia conmigo mismo, con mi modo de ser, con todo aquello que en mí es incorregible, así como una visión clara de lo que, incluso en circunstancias favorables, nos da cada uno de los días".
* "(...) el hecho de que yo no resista el día, ¿no me dice algo? ¿Que yo tengo un orden falso en mí? ¿Que no estoy hecho para el día entero? ¿Que no debo buscar la mañana en la noche? ¿O bien sí?"
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