Y anoche soñé con Mario Bardanca... Atajaba en un equipo que podía ser Peñarol o Danubio, y ese equipo enfrentaba a Nacional por la final del Campeonato Uruguayo. Sobre la hora, en una jugada de ataque de Nacional, y con el resultado a favor, Bardanca sale a cortar un centro pasado casi sobre el extremo derecho de su área. Es una jugada arriesgada, aunque no hay jugadores rivales muy cerca. En pleno vuelo Bardanca sostiene entre sus manos el balón y se nota claramente que se sale del área; pero justo en ese momento el árbitro señala el final del partido. Sus compañeros comienzan a correr hacia todos lados y los hinchas de Peñarol o Danubio se meten en la cancha. Los jugadores de Nacional corren hacia el túnel. De pronto me doy cuenta de que en el área de Bardanca está lleno de tulipanes. Los jugadores y los fanáticos corren de un lado a otro, pero los tulipanes siempre permanecen sanos. Pareciera que todo el mundo los respeta. En la transmisión los comentaristas empiezan a analizar la victoria del equipo campeón. Uno de los comentaristas es el propio Mario Bardanca, que, pese a alguna sugerencia de sus colegas en el estudio televisivo, se muestra reticente a querer hablar de su actuación en el partido. Sus comentarios le ponen un freno a la emoción por el campeonato obtenido e intentan analizar algunos aspectos técnicos. Mientras tanto las cámaras enfocan a los hinchas de Nacional retirándose de las tribunas y cantando por su equipo. La voz de Bardanca, de fondo, vuelve sobre los conceptos de "mesura" o "tranquilidad". Y el sueño se termina.
2 comentarios:
El padre de Bardanca fue golero de Danubio.
Exacto. Incluso creo que el propio Mario Bardanca jugó de arquero.
Además, "Bardanca" es apellido de arquero, ¿no?
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