Cada vez que me sucede algo así el orden de los sentimientos es el siguiente: 1- euforia 2- desengaño 3-desazón 4-¿simpatía? 5-oquedad 6-mansedumbre 7-pena 8-vuelta al 2...
La policía colombiana confiscó ayer (u hoy, no sé) varios bienes a un narcotraficante, entre los que se hallaba un león... ¿Para qué?... Cito: "El león fue hallado en una de las haciendas pertenecientes a 'Macaco' ubicada en Caucasia, en el departamento de Antioquía (noroeste), en donde según testigos, 'al parecer era usado por el extraditado para ajustar cuentas con sus enemigos', indica el comunicado."
En seguida me acordé de mi querido don Gallet, de "Los trabajos del amor". En el capítulo VIII el Toto, uno de los protagonistas, recuerda una noche en particular, una de las pocas noches en las que visitaron a su jefe en su casa. Sobre el final, y antes creo que también, se insinuaba la existencia de un león en la hacienda de don Gallet. Era algo que quedaba para cerrar justamente sobre el final de la novela. Ahora mientras estoy ya calculando el día en que voy a retomar "Los trabajos del amor" hasta terminarla, luego de finalizar o estar por finalizar otras cosas, el león se me adelanta. Me dice "Te gané", o sale corriendo más rápido de lo que esperaba.
Cosas que me suceden.